Por Eduardo Corsario
La detección temprana y la atención integral son dos factores nucleares para el combate al cáncer de mamá y, a la vez, retos dentro de una sociedad como la mexicana. Si se trabaja en el fomento ciudadano para la creación de una cultura científica y médica, así como un apoyo más robusto de parte de las instituciones gubernamentales se puede avanzar en la materia. Pero esta odisea científica y clínica ha tenido un enemigo más llamado Covid 19, que ha complicado la situación.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, en países de las Américas, el mayor porcentaje de muertes por cáncer de mama data de mujeres menores a los 65 años, lo que significa un 56%, en comparación con Estados Unidos y Canadá, quienes representan el 37%. Si la actual tendencia en la materia sigue así, para el año 2030−se prevé− el número de mujeres diagnosticadas por cáncer de mama aumentará a un 34 %.
Enfatizar la brega en promociones adecuadas, en una concientización sólida durante todo el año y un mejor diseño de políticas públicas, así como una atención integral que no solo abarque al sector médico, sino a todos los trabajadores de la salud (desde trabajo social, enfermería hasta psicología) contribuirá en mejores beneficios ante esta lucha. Para César Saldívar Moreno, cirujano oncólogo, gobernador del Capítulo Nuevo León de la Sociedad Mexicana de Oncología y miembro del grupo de especialista en Onco Clinic, una labor en esta dirección implicaría muchos beneficios para romper la brecha en las atenciones al cáncer de mama en sociedades latinoamericanas.
Eduardo Corsario. En este combate al cáncer de mama, ¿qué información tenemos hasta el momento? ¿Cómo entender el cáncer de mama?
César Saldívar. El cáncer de mama es una neoplasia muy frecuente en México. Desafortunadamente, estos tumores se observan en 8 de cada 10 mujeres. Estamos hablando de una cifra anual. Aproximadamente 35, 000 mujeres son diagnosticadas en México por año, con una mortalidad prácticamente de la mitad. Es una problemática con la que nos estamos enfrentando en el diagnóstico temprano. El cáncer de mama representa un problema de salud, donde se siguen diagnosticando a las mujeres en etapa tardía. Esto impacta en la sobrevida de nuestras pacientes.
E. C. Políticas públicas y atención integral. ¿Qué características tiene o debe tener una atención integral?
C. S. Un manejo integral al cáncer de mama va desde una promoción adecuada no solo para mujeres adultas, arriba de 40 años (entre más edad más riesgo de cáncer de mama), sino también no debemos descartar que personas de 20 años puedan padecerlo. Es entonces donde nosotros también debemos integrar una información adecuada a las niñas en formación de secundaria: es una información válida, que va a robustecer sus conocimientos al respecto. También hay que hacerle entender a la población que no solo la autoexploración es un método satisfactorio para la detección temprana. Existen estudios de imagen que nos ayudan en ese propósito: la mamografía, el screening, esto es, realizar una mamografía cuando no se tiene ningún síntoma, cuando no se ha palpado un solo tumor, es una mamografía de tamizaje. Esta es una manera integral de abordar esta enfermedad.
E. C. En América Latina el mayor porcentaje de muertes por cáncer de mama ocurre en mujeres menores a los 65 años, (56%), en comparación con Estados Unidos y Canadá (37%). Si la situación sigue así, para el año 2030, se prevé, que el número de mujeres diagnosticadas por cáncer de mama aumente a un 34 %. ¿Cómo hemos llegado a este punto?
C. S. Mucho tiene que ver los factores ambientales y estilos de vida. Estamos hablando de estilos de vida de aquellas mujeres que no hacen ejercicio. La dieta no es tanto lo que ingerimos, sino lo que se queda, el aumento de la grasa corporal. Esto también puede impactar. ¿Por qué se están viendo nuevos casos? Bueno, una de las razones es que se está viendo el diagnóstico temprano. Cada vez concientizar más a la sociedad para que se realicen estas mamografías y de tal manera encontrar la causa del cáncer de mama que puede impactar en una sobrevida para las mujeres.
Lo más importante es la prevención oportuna. En el terreno en el que nosotros queremos llegar es en el que aquella mujer que se le diagnostica en etapa temprana. No podemos evitar que padezca de cáncer de mama, sin embargo, sí una detección temprana y de esta manera encaminarla a tratamientos menos agresivos y una atención mucho mejor. Donde debemos impactar no es tanto en los hospitales de tercer nivel, es decir, donde están los oncólogos tratando el cáncer de mama, sino a nivel de nuestros compañeros médicos familiares, médicos generales y ginecólogos, en donde todos ellos fungen como un ejército para esta información para los pacientes.
Además, es bueno decir que no solamente los médicos somos los que nos encargamos de dar toda la información. Tenemos todos los trabajadores de salud. Hablo desde el trabajador social, compañeros que se encuentran en servicio social, psicología, todos somos un equipo, no únicamente en tratamiento, también en información.
E. C. Ante este binomio de cultura médica y diseño de políticas públicas, ¿en qué se debe trabajar más por el momento?
C.S. En las pláticas donde se encuentra la gente que se está preparando y formando para hacer cirugía oncológica enfatizamos mucho que la cultura tiene mucho impacto en que las pacientes vayan a revisar y se permitan hacer un estudio por pura cuestión cultural o de miedo. Dicen: “Si me voy a hacer un estudio, el que busca encuentra”. Y por esas situaciones no van. Eso es lo que nos está afectando culturalmente para la detección temprana.
E. C. ¿Cuál es la ventaja en otros países que llevan más camino ganado en el terreno de la lucha contra el cáncer de mama y sobre todo la cultura médica?
C. S. Debemos enfatizar estas luchas, estas campañas, como te decía, no solo en octubre, sino en todo el año. Hacer una continua campaña sobre la concientización. En otros países no solamente tienen eso. Tienen más material, como los mamógrafos. Hay más gente preparada. Aquí tenemos menos médicos radiólogos expertos en cáncer de mama. No solamente es ser tener radiólogo, llévalo a un curso para la especialización en este tipo de cáncer. Obviamente tal situación no se tiene en todos los hospitales, se tiene en sitios mucho más selectivos. Entonces al tener menos médicos radiólogos expertos se acumula el trabajo y eso hace, seguramente, la diferencia en México con otros países.
E.C. Al respecto del desempeño de la actual Administración en materia de ciencia y tecnología. Si aterrizamos la cuestión en cuanto a políticas ancladas en salud, ¿cómo caracterizar el trabajo político mexicano?
Es un tema demasiado álgido. Necesitamos que nuestros senadores y diputados vean y nos defiendan desde ese punto de vista. El FUCAM es una institución muy importante en la CDMX en la detección del cáncer de mama, en donde fue afectado y está retomándose poco a poco. Pero se debe dar mayor apoyo por parte de las instituciones gubernamentales a este tipo de hospitales que verdaderamente tienen un fin no político, sino de atender profesional y adecuadamente a estas pacientes, porque es un tratamiento multidisciplinario. Yo creo que debemos dejar en manos de nuestros senadores y diputados la tarea de volver a reconsiderar estos apoyos a la comunidad científica.
E.C. La pandemia por Covid 19 sin duda cambió la dinámica del sector médico. ¿Qué ha pasado con la atención temprana en cáncer de mama?
C.S. Es un tema que está en boga. Todos los hospitales a nivel general se modifican para poder atender a los pacientes con Covid y se pierde un poco estas citas y consultas en todas las pacientes, afectando una detección temprana. Sin embargo, las referían al tercer nivel y nosotros como una institución de tercer nivel estuvimos al pie de cañón atendiendo a estas personas. Y lo que sí te puedo decir es que no descuidamos la atención de pacientes con cáncer de mama. Desafortunadamente, las pacientes que tenían cáncer de mama y a la vez Covid tuvieron una repercusión muy negativa. Les iba muy mal en cuanto al desarrollo de la enfermedad.