Por Eduardo Corsario
Un 95% de pacientes oncológicos hospitalizados con desnutrición en el Hospital de Málaga, España, se encuentran más propensos a presentar síntomas de ansiedad y depresión, de acuerdo con los resultados de un estudio prospectivo publicado recientemente en la revista oncológica Supportive Care in Cancer.
Existen investigaciones que han intentado resaltado un vínculo entre estos padecimientos, de ahí la importancia de tener perspectivas integrales y dimensionales. Si bien es cierto que la literatura sobre el tema es vasta en cuanto a los abordajes en pacientes oncológicos, poco hay del trabajo focalizado en pacientes con cáncer que se encuentren hospitalizados. Aún existe una brecha en estos temas que, desde un punto de vista de pertinencia social, necesitan más cobertura y atención.
Para la publicación del equipo oncológico español, que tuvo como propósito mostrar evidencias satisfactorias para la hipótesis según la cual existe una relación entre desnutrición y síntomas de ansiedad y depresión en pacientes oncológicos, se logró evaluar a 282 pacientes. En el estudio se detectó que de este grupo (216, 80%) presentaron problemas de desnutrición. El restante, (66, 20%) resultó sin esta problemas de este tipo.
Asociación entre desnutrición y calidad de vida en pacientes oncológicos
La desnutrición se asocia con la disminución en la calidad de vida, desde el punto de vista de Jessica Noemí Acevedo Ibarra, académica e investigadora en la Universidad Autónoma de Nuevo León− Realmente−afirma la especialista en psicología−Ahí vemos una relación importante con algunos estudios que se han hecho. Algunos problemas relacionados con la depresión tienen que ver con la pérdida del apetito, entre otros elementos más.
En la publicación “Guías clínicas de la SEOM sobre nutrición en pacientes con cáncer” (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6339658/) las terapias oncológicas, como la cirugía, la radioterapia y las terapias con medicamentos son indispensables para una mejoría en las tasas de supervivencia de esta enfermedad. Sin embargo, pueden “jugar un papel en el desarrollo de desnutrición y / o alteraciones metabólicas en pacientes con cáncer, inducidas por el tumor o por su tratamiento. La valoración nutricional de los pacientes con cáncer es necesaria en el momento del diagnóstico y durante todo el tratamiento, para detectar deficiencias nutricionales”.
“La proporción de pacientes que presentan pérdida de peso al diagnóstico se sitúa entre el 15 y el 40%, según el tipo y estadio del cáncer. Los pacientes con tumores del tracto gastrointestinal, cabeza y cuello, y cánceres de hígado y pulmón tienen un alto riesgo de desnutrición. En consecuencia, la incidencia de desnutrición aumenta durante el curso de la enfermedad hasta que afecta al 80% de todos los pacientes con cáncer. El estudio español NUPAC [ 13], diseñado para determinar la prevalencia de desnutrición en cáncer avanzado, confirmó una tasa del 52% de desnutrición moderada o severa, con una distribución de 57.7% en cánceres de esófago, 50% en gástrico y 47.1% en laringe. Más recientemente, un subanálisis del estudio PREDYCES reveló que el 36,4% de los pacientes oncológicos presentaban riesgo nutricional en el momento del alta hospitalaria. También demostró su asociación significativa con estadías hospitalarias más prolongadas y mayores costos de atención médica. A pesar de todo esto, solo 1/3 de los pacientes en riesgo nutricional recibieron apoyo nutricional”, se lee en el paper.
Siguiendo la argumentación de Acevedo Ibarra, también especialista en psicooncología y miembro del grupo de especialista Onco Clinic Monterrey: “Entonces pareciera que todas estas variables están interrelacionadas. Finalmente termina afectando la calidad de vida de los pacientes. Es donde viene el poder realizar este manejo integral con este grupo de pacientes, donde se puede abordar y hacer equipos de salud en el cual se incluyan el nutriólogo, el oncólogo, el psicólogo, para que cada uno desde su disciplina pueda abordar cada uno de esos aspectos y por lo tanto podamos mejorar la calidad de vida del paciente. Yo me iría más hacia un manejo holístico propiamente”.
