Foto Conacyt
Por Eduardo Corsario
Alimentación sustentable y cuidado de la diversidad biocultural y de la salud serían los logros en México en el caso de que el decreto presidencial para prescindir de forma gradual del uso, adquisición, distribución, promoción y exportación del herbicida glifosato tenga éxito en su aplicación para el año 2024.
Desde este punto de vista, argumenta el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en su comunicado al respecto. Para esta instancia gubernamental y administradora de la generación de conocimiento científico a nivel nacional la eliminación de este químico en el país implica es sostenible, segura y culturalmente adecuada y para nada ponen en tela de juicio la seguridad alimentaria.
El glifosato −explica la publicación “El herbicida glifosato y sus alternativas”, de la Red Acción en Plaguicidas y sus alternativas en América Latina− es el ingrediente activo de un herbicida activo y no selectivo: es capaz de destruir todo tipo de plantas, tanto de hoja angosta como de hoja ancha. “Es de acción foliar, o sea que no se absorbe por las raíces, por lo que su aplicación es de tipo posemergente. Es sistémico, se transporta internamente desde el punto de contacto en la planta hacia otras de sus partes, por lo que es ampliamente usado para el control tanto de plantas herbáceas como leñosas, anuales o perennes y en diversos estados de crecimiento”.
En 2015, el Centro Internacional de Investigación Contra el Cáncer (CIIC) determinó que el glifosato es un químico con altas probabilidades de ser cancerígeno. Además, resultados de estudios científicos ubicados en la Antología Toxicológica del Glifosato (https://surcosdigital.com/wp-content/uploads/2020/04/Antologia-toxicol%C3%B3gica-del-glifosato-5-ed.pdf) apoyan la idea según la cual existen efectos a la salud humana derivados de su uso.
De acuerdo con el portal de Greenpeace, hay casos documentados en la historia de este debate que vienen a colación ante este panorama. “Sin embargo, a largo plazo, se ha sugerido que el glifosato sea una sustancia cancerígena. Ya en 1999, en un artículo publicado en la Journal of American Cancer Society, los autores Hardell y Eriksson relacionaron la exposición al herbicida con mayor riesgo para desarrollar el linfoma no Hodgkin (LNH) (5). ( https://www.greenpeace.org/mexico/blog/9205/glifosato-herbicida-agente-cancerigeno/).
“Por los crecientes estudios de los efectos perjudiciales del glifosato en la salud humana, el debate en legislaciones y normativas nacionales se ha intensificado. De ahí que en 2019, Austria haya aprobado una ley que prohíbe el glifosato, único país en el que la restricción del herbicida se planteó de manera total (6). Sin embargo, a la fecha la restricción sigue pospuesta por un tecnicismo”. Asiente Geenpeace en su portal.