El ciclo menstrual es un proceso fisiológico compuesto por fases que dependen de la dominancia de algunas hormonas como los estrógenos y la progesterona. Ha sido asociado, prácticamente, con la fertilidad. Más allá de eso, es un referente de cómo está nuestro cuerpo: una expresión de salud subyacente. Cuando somos conscientes de
nuestros patrones menstruales, podemos saber si nuestra salud está bien o no.
En la esfera política de los tomadores de decisiones hasta el momento no se cuenta con políticas públicas que apunten en dirección a un enfoque multidisciplinario y transversal en cuanto al tema se refiere. Para Donají Reyes, es necesario fortalecer los conocimientos y las actividades que logren hacer frente a una agenda política carente de estos lineamientos. «Lo que tengo entendido es que hasta el momento existe la legislación a nivel nacional para la tasa cero en los productos de gestión menstrual, pero de ahí a un programa específico no lo hay ni en un orden gubernamental estatal. En el libro Cómo mejorar el ciclo menstrual, de Lara Briden, la autora comenta que la Organización Mundial de la Salud ya incluye al ciclo menstrual como un signo vital. Si esto es así, si ya existe un consenso en torno a la importancia del ciclo, entonces los gobiernos ya deberían replicarlo en sus respectivos sistemas de salud y no verlo como un simple problema de mujeres. Esto implica que todos los especialistas en salud como gastroenterólogos, nutriólogos, endocrinólogos contemplen al ciclo en las historias clínicas de sus pacientes, porque sí o sí hay implicaciones en el ciclo con respecto a lo que están viendo».
De esta manera la psicóloga y sexóloga Donají Reyes, especialista en terapia individual y de pareja, ha abordado la
importancia de poner el tema de la salud sexual y más específicamente el ciclo menstrual en la palestra de la discusión académica y clínica, pero sobre todo en la agenda política, mediática y social, con la finalidad de lograr la
socialización del conocimiento y romper poco a poco con los mitos, la incertidumbre y las tergiversaciones que de estos tópicos se han generado por entre los linderos de la cultura sanitaria.
Existe un abismo y una brecha ocasionada, sobre todo, por una especie de reduccionismo en torno al ciclo menstrual. En entrevista para la sección de Salud de Cronopios y Divergencias explica en qué consiste esta fragmentación y cuáles las consecuencias evidentes que ha resultado: «Se ha reducido a un tema de salud ginecológica cuando en realidad tiene que ver con salud integral: física, psicológica y emocional. Física en tanto que el ciclo es el reflejo de cómo están nuestros otros sistemas, por ejemplo, digestivo y metabólico. En cuanto al psicológico y el emocional, las hormonas que actúan dentro del ciclo influyen en nuestro nivel de energía, nuestra capacidad para el razonamiento lógico y el pensamiento intuitivo y las emociones que prevalecen en cada fase. Al no ver todos estos puntos debido al este reduccionismo seguimos tratando desajustes hormonales de manera inadecuada y hasta dañina y a su vez patologizando sus manifestaciones».
«¿Te gustaría formar parte de un círculo de reflexión permanente en torno al ciclo menstrual? Entonces, este es tu espacio. Aquí compartiremos experiencias, lecturas, videos, películas. Reflexionaremos acerca de lo difícil y doloroso que ser cíclicas en un entorno no hecho para nosotras, pero también de lo gozoso y luminoso que es serlo, y que no nos contaron». Con esta pregunta directriz Donají Reyes ha anunciado el próximo círculo de reflexión al respecto de los temas que es necesario abarcar dialógicamente. Esta actividad iniciará el viernes 6 de mayo mediante la plataforma Zoom y Meet a las 19: 00 horas.
Este círculo de reflexión-de acuerdo con la especialista en el campo- tienen como base un enfoque multidisciplinario, pues su abordaje depende de parámetros psicológicos, sexológicos, socioculturales, desde una perspectiva feminista. Como todos estos aspectos están conectados o interconectados abordarlos desde una sola disciplina sería fragmentar el tema y sus problemáticas. Así que si no tomamos en cuenta estos abordajes, se seguirán obviando más de lo que se han obviado durante muchos años.
Ser Cíclica, una estrategia de socialización del conocimiento sobre el ciclo menstrual
Actualmente, Donají Reyes sigue gestionando actividades para socializar el conocimiento del ciclo menstrual. Uno de los productos que a partir de los primeros meses de confinamiento por la crisis sanitaria generada por Covid-19 ha sido la página de Facebook Ser cíclica (https://www.facebook.com/Ser-C%C3%ADclica-104945581329969), en la cual publica infografías, videos informativos y datos pertinentes al tema y los problemas en boga a la sexualidad.
Con su mirada reflexiva, Intentando traer a colación los puntos de partida que se revistieron de estímulo y acicate en esos momentos para realizar el tesón activista de este tema, Donají Reyes recuerda: «Todo inició cuando yo misma sometí a mi cuerpo a tratamientos que iban a solucionar algunos problemas de salud, pero que no lo hicieron. Me puse a investigar al respecto y aunque no es fácil conseguir la información fui llegando a ella y posteriormente pensé que eso era una mina de oro para las mujeres, por tanto debía compartirlo, sobre todo mirando a mi formación. El objetivo es desmitificar algunas nociones que se tienen en la comunidad, dejar de ver al ciclo como un proceso negativo y empezar a gozarlo en la medida de lo posible en una sociedad que no le ayuda a seguir su curso natural. Con esto me refiero a que cada vez haya menos mujeres que se alegren de tener padecimientos como el síndrome de ovario poliquístico (sop, en terminología médica), únicamente porque suprime la ovulación y, por tanto, el rango entre una y otra menstruación se alarga. Es decir, prefieren tener menos menstruaciones y menos probabilidades de embarazo a contar con una salud más óptima y gestionar su fertilidad con una orientación adecuada».
Este taller está diseñado para poder entender y registrar dichos patrones. Es una introducción para detectar algunos de los posibles problemas de salud que hay detrás de los ciclos irregulares, dolorosos y con síntomas desagradables; los cuales puedes comunicar y llevar de la mano con tu profesional de salud. Asimismo, es una pauta para llevar a cabo acciones que, sin duda, ayudarán a nutrir tus ovarios, tu cuerpo y, por tanto, tu ciclo«.
Donají Reyes hablando de uno de sus talleres Ser cíclica es chido
El siguiente paso de Ser cíclica- destaca- es no solo quedarse en los talleres. Ir más allá. Que éstos no se queden en las regiones, que transiten hacia otros países de habla hispana, porque en la página estamos conscientes de la importancia de la interseccionalidad y esto enriquecería mucho la información, nuestra perspectiva, inclusive nuestras experiencias en los mismos talleres y hasta en otros proyectos a futuro.
Por Eduardo Corsario