Me interesa la humanidad como sujeto de empatía: Hortensia Castañeda, premio nacional de enfermería 2021

Hortensia Castañeda, premio nacional de enfermería 2021

La humanidad como fenómeno de estudio, pero también como sujeto de empatía es el punto eje de interés− desde las ciencias de la salud− para el trabajo de Hortensia Castañeda Hidalgo, investigadora, activista por los derechos de los animales y académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, quien recibió el pasado 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermería, el reconocimiento nacional “Graciela Arroyo de Cordero” del Consejo de Salubridad General, en manos de la Presidencia de la República” por su trayectoria en el área del cuidado y sus aportaciones sociales.

“La pandemia no nos detiene” ha sido el lema utilizado por la investigadora durante esta etapa de crisis sanitaria derivada por la Covid-19, para resaltar la importancia de la ciencia del cuidado (la enfermería) antes y durante los “tiempos de virus”. Su enfoque de intervención se sitúa en la denominada pertinencia social o de impacto humano al ver, sobre todo, a las personas como un punto de empatía, no como un número o una cama más, sino como alguien con un conjunto de experiencias e historia de vida, idea que se robustece en su trabajo con esta actual situación global.

Desde sus inicios en el campo de la investigación científica, le ha interesado este aspecto socio-emocional en los pacientes. Entre estas aportaciones, uno es el relacionado con su seguridad, su atención y cuidados. En este enfoque resalta la integración de algunas dimensiones de estudio, como la sociológica y medioambiental, trabajos realizados en México y en otros países.

Después de todos estos años de investigación, Hortensia Castañeda tiene el objetivo de socializar los saberes y trasmitir en las nuevas generaciones de estudiantes la curiosidad por aprender. “Ahora mi interés primordial es transmitir estos conocimientos a mis alumnos de pregrado y posgrado en aquellos lugares donde yo imparto mis clases. Los alumnos sí quieren saber, solo hay que estimularlos a que busquen muchas respuestas más allá de lo que una materia les brinda”.

Este impulso para dedicarse a la ciencia tiene que ver, de acuerdo con la académica, con el factor de la curiosidad y este se da, más que nada, durante la etapa de la niñez. De ahí que considere primordial atender y motivar las interrogantes que los niños tienen en el día a día ante los diferentes fenómenos de la naturaleza. “Los niños deberían recibir respuestas a sus preguntas. Si los padres no las tienen, entonces buscar a los expertos. Para mí, el haber nacido en una familia privilegiada en cuanto a su respeto por la naturaleza y el deseo de conocer y forjar hijos que fueran útiles al servicio de la patria fue lo que inició el camino en la ciencia y en la investigación”.

En estos días, al recibir el reconocimiento nacional, destaca el valor de la ciencia del cuidado y el porqué de hacer evidente el trabajo de muchas enfermeras y de las futuras generaciones. “Este reconocimiento lo comparto con compañeras enfermeras que están al pie de la cama, del cuidado del paciente. Pero también con aquellas enfermeras docentes que se esmeran por hacer las cosas bien. Y principalmente lo comparto con mis estudiantes, ellos son el impulso para seguir aprendiendo, para seguir sabiendo y para seguir buscando respuestas que tal vez aún no tenemos y sobre todo compartirlas con ellos porque ellos serán los profesionales de la enfermería que la patria necesita”.

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