ÉRASE UNA VEZ EN MAYO

Y la herida acá donde te llevo, 

si acaso no haya de matarme; 

con pólvora y con cuchillo 

austero sanaré

refugiado allá en mi verde valle.

Que me quede el corazón sangrando 

¡Y nunca vayas a buscarlo!

que curaré con verde,

con soledad y bosque, 

a canción, pólvora y cuchillo;

cauterizando con algún poema 

¡Ay! Mi corazón dolido

cuando en verso herido cante

Sobre el escritorio/ El arte de la novela

escritor “ingenuo” es aquel “que no se preocupa por los aspectos artificiales de la escritura”, en otras palabras, cuando escribe, fluye su escritura como un río en cauce, sin estar consciente de cómo dice lo que va construyendo y qué repercusiones tendrá. Por el contrario, los escritores “sentimentales” o reflexivos, son aquellos que se cuestionan cada frase, cada palabra, “se sienten fascinados por la artificiosidad del texto, prestan gran atención a los métodos de escritura”. Ninguno resulta mejor que otro, ni está mal que la balanza se incline más hacia un lado, sin embargo, para el autor, el oficio del novelista es “el arte de ser ingenuo y reflexivo al mismo tiempo”, un equilibrio entre los dos polos.