Cáncer cervicouterino: el reto en las estrategias oncológicas integrales

Cáncer cervicouterino: el reto en las estrategias oncológicas integrales

Por Eduardo Vázquez Reyes
Corsario

Al tratarse de un problema de salud pública de primer orden, el cáncer cervicouterino debe ser abordado de manera integral tanto por las instituciones y sector clínico como por la política científica en materia de salud y estrategias contra el cáncer en general. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) destaca que 83.000 mujeres en el año 2012 fueron diagnosticadas por esta enfermedad. 36.000 fallecieron tan solo en las Américas.

72.000 mujeres−enfatiza la OPS− fueron diagnosticadas con cáncer cervicouterino y casi 34.000 fallecieron en las Américas en 2018. Sostiene que en este tipo de cáncer es posible su prevención vía la vacunación contra el virus del papiloma humano y la implementación del tamizaje, así como el tratamiento en las lesiones precancerosas, sobre todo tratándose de etapas tempranas de la enfermedad.

“En agosto de 2020, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó la Estrategia para la eliminación del cáncer cervicoiterino como problema de salud pública. El enfoque global tiene tres pilares principales: prevenir, detectar y tratar, que capturan un enfoque integral que incluye la prevención, la detección efectiva y el tratamiento de las lesiones precancerosas, el diagnóstico temprano del cáncer y los programas para el manejo del cáncer invasivo”.

De acuerdo con el grupo de especialistas en diferentes tipos de cáncer, Onco Clinic Monterrey, el cáncer cervicouterino se produce en las células del cuello uterino a partir de un crecimiento acelerado de las mismas. Entre los factores de riesgo que posibilitan el desarrollo de esta enfermedad se encuentran: una actividad sexual a temprana edad, un sistema inmune debilitado, otras infecciones de transmisión sexual y tabaquismo. Lograr que se trabaje en estilos de vida más saludable también es parte de uno de los retos.

Cáncer cervicouterino: el reto en las estrategias oncológicas integrales

Los síntomas más comunes son el sangrado vaginal anormal, el dolor pélvico o durante las relaciones sexuales, el flujo vaginal acuoso y con sangre, la cual puede ser abundante. En cuanto a una estrategia para su prevención, Onco Clinic destaca la prueba del Papanicolaou de rutina, mantener relaciones sexuales seguras, así como no fumar.

Para este grupo de especialistas, tener un enfoque integral y dimensional es necesario en el tratamiento no solo del cáncer cervicouterino, sino en general para los diferentes padecimientos relacionados con esta enfermedad. De ahí la importancia desde la esfera de los tipos de tratamientos tanto físicos como psicoafectivos y emocionales. Al respecto del caso concreto del cervicouterino, la tendencia en el crecimiento de número de fallecimientos es señal de alarma en esta visión y en el de otras organizaciones clínicas.

Actualmente, la tendencia resulta alarmante para las organizaciones en la materia. De continuar así−siguiendo la argumentación de la OPS− el número de muertes en este territorio incrementaría en un 45% para 2030. Este problema de salud de índole global y de primer orden hace necesario el diseño de una estrategia dimensional e integral. Es decir, un implemento de educación en salud sexual y reproductiva, inmunización, vacunación en adolescentes y en general, control en cáncer de tipo cervicouterino. “Es necesaria una estrategia integral de salud pública para abordar la prevención del cáncer cervicouterino, la cual implica la vacunación de adolescentes (cuando sea asequible y sostenible); el tamizaje de las mujeres que se encuentran en la edad de riesgo de desarrollar cáncer cervicouterino (mujeres de 35 años o más); y el tratamiento de todas las mujeres con lesiones precancerosas y cáncer invasor”.

Al respecto del diagnóstico y la estrategia Regional que se ha implementado en los sectores que corresponden en países de las Américas, la OPS establece el mecanismo que se ha desarrollado en el Plan de Acción para la prevención y el control del cáncer cervicouterino desde el año 2008. “La Estrategia Regional y Plan de Acción para la prevención y el control del cáncer cervicouterino fue desarrollada en 2008 por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para dar respuesta a la elevada carga de enfermedad y al limitado impacto de los actuales programas de tamizaje en ALC.

Esta estrategia ha tenido como finalidad fortalecer los sistemas y planes de acción para intentar frenar los números más alarmantes que en diferentes momentos han llamado la atención de especialistas en políticas públicas. “El Consejo Directivo de la OPS, integrado por los ministros de salud de las Américas, adoptó la estrategia y pasó una resolución instando a los Estados Miembro a que fortalecieran sus programas de cáncer cervicouterino. El objetivo de la Estrategia Regional y Plan de Acción es mejorar la capacidad de los países para implementar programas sostenibles y efectivos para la prevención del cáncer cervicouterino y lograr un abordaje integral a través de los programas existentes de salud en los adolescentes, salud sexual y reproductiva, inmunización y control del cáncer cervicouterino”.

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