Mundo Museo

Mundo Museo

Puntea el inicio de la verdad en tu sonrisa.
Viene del adentro en tu corazón,
Allí, donde reina plena aura tu dicha.
Y así, viniendo tus palabras lloviendo,
Floreando al viento
Van colmando el jardín
Que en tu compañía se habita.
Pare delicadeza en silencio el ser llamado al poema.
Tierno horizonte se expande en su mirada
Cuando la natura, verde y sublime se abre,
Cuando la natura, pariéndose divina nos habla.
¡La mirada del aeda es la respuesta!
Allá en las extendidas voces del viento
por sobre sus cumbres
Las montañas susurran los secretos profundos del alma
Que en silencios fue tejiendo la noche.
Quien así ve y oye, patencia de los dioses.
Y la natura, vestida de divina
ya no ruido y sólo voces
Dialogará al aeda lo indeterminando, nunca sido;
dicho logos,
Para los seres que habitamos en efímero.

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