ALA VERDE/Opinar en la era del meme y el mame.

ALA VERDE/Opinar en la era del meme y el mame. 1

Por Moisés Cabo Leyva

Del polvo vinimos y al polvo regresaremos. Descubrimos la ciencia del bien y del mal. Fuimos expulsados del paraíso. Entendimos el meme que acabamos de ver y nos convertimos en dioses, aquí, en la aldea global. Las musas nos susurran sus memes. El meme es la explicación de la totalidad de lo real.

Todo lo real es meme. Todo meme es real. La belleza es un meme. La bondad es un meme. La realidad es un meme. Como cuando eres el meme a través del cual el cosmos se expresa, se observa, se estudia y se conoce a sí mismo.

Por eso se dijo: En el principio fue Internet. Internet era con dios. Internet era un dios. Y dios era un meme.

El meme es la forma en que la realidad se experimenta y se conoce a sí misma.

Todos somos parte de un meme cósmico, universal, totalitario. Un meme irreductible al meme ahí. Somos más que la suma de todos los memes. Hay un meme inmóvil que genera todos los memes. La suprema personalidad del meme. Meme de memes. Luz de luz.

Muchos se preguntan ¿Por qué hay meme en vez de nada? ¿Cuál es el sentido del meme? ¿El meme es para sí o es para otro?  ¿Hay meme ahí o el meme es un ser ahí? ¿El ser es un meme? ¿Memetafísico? ¿Memeterialista?

El meme es lo que acaece. El Meme se expresa de diferentes maneras.

El meme y la nada. El meme y el tiempo. Liberación del meme oprimido. El meme será feminismeme o no será. Mi meme mi decisión. Soy yo y mis memes.

De lo que no es posible hacer memes es mejor no hacer nada.

Pero…

En serio ¿De lo que no es posible hacer memes es mejor no hacer nada?

Pues heme aquí, intentando escribir una columna digital de opinión, para la revista Cronopios y Divergencias, pero ¿para qué? ¿Por qué?

En mi defensa citaré el argumento y presentación de la propia revista Cronopios y Divergencias que dice:

Difundir , divulgar y fomentar la crítica es nuestro eslogan. Tiene una razón. Desde hace mucho consideramos que el trabajo independiente desde las trincheras de estas tres esferas es algo así como una especie de acto de resistencia y a la vez un posicionamiento político ante un contexto social que poco a poco se desmorona, se cae a pedazos. Es un acto de resistencia debido a que se las tiene que ver cara a cara con las eventualidades y avatares que se dan lugar en la brega diaria, en el esfuerzo genuino sin las vestiduras de la parafernalia, la simulación, cuyas peripecias a veces hacen casi imposible seguir en este camino de la construcción de mundos, de pluralidad de visiones y que solo podrá ser el caso si mantenemos el timón a pesar de las fortísimas mareas, es decir, ese tesón hecho palabra.[1]

Y es que en esta era del meme y del mame en que nuestra vida se ha concentrado en las redes sociales, en el mundo digital, donde se admira lo banal, lo tonto y divertido, lo brillante aunque sea falso, tonto, hueco o superficial, la actividad de opinar con bases, con pretensiones intelectuales, políticas, éticas, se vuelve una actividad poco glamurosa, que no genera ganancias económicas ni impacta como el fútbol, el sexo, las drogas, el rock o la música.

Si consumimos tanto entretenimiento, tanta droga, tanta música, modas, viajes, es porque de esa manera logramos, aunque sea un poco, anestesiar nuestra herida existencial que sufrimos por las desigualdades sociales globales, los problemas culturales, políticos, económicos, educativos, de género e identidad, violencia, inseguridad y vulnerabilidad, de salud y consciencia.

Opinar entonces entre tanto meme y mame, significa armarse de ilusión y confianza en la racionalidad humana y su sensibilidad estética, su emoción y voluntad, para luchar contra la propia apatía, colaborando para fortalecer la diferencia, la unión de la comunidad afirmando la vida, aprendiendo de los demás, compartiendo lo propio, señalando los obstáculos a superar y sembrando semillas de duda, criticando lo que es aceptado sin reflexión y reproducido por costumbre.

Como dice el filósofo Thomas Abraham en su texto “La construcción de una contraopinión”:

Para encontrar una salida – una línea de fuga como decía Gilles Deleuze –  ante los dilemas prefabricados por las empresas mediáticas en consonancia con los sponsors, los grupos de poder político y la corporación cultural, es necesario ejercer una contraopinión, palabra de oposición, digamos para ser más encantadores, de “resistencia”, que no se atiene a un rol negativo sino que produce por su misma operación grietas en el muro mediático y nuevos espacios de pensamiento.[2]

Por ello, hay que opinar con fundamento, con base en el estudio, investigaciones, comparaciones, reflexiones y autocrítica, ejercitando la razón para resistir ante la uniformidad de un pensamiento egoísta y consumista que nos caracteriza como masa humana y que tanto daño ambiental y social produce.

Pensemos entonces nuestra realidad, estudiémosla, señalemos los problemas que vivimos, las soluciones que se han planteado, hagamos crítica, planteemos nuevas soluciones, reflexiones, colaboremos, construyamos entre tanto meme y mame pensamientos, opiniones, que ayuden a la cohesión social racional que necesitamos para seguir viviendo y transformando estos difíciles tiempos.

Sea la labor de la revista Cronopios y Divergencias apoyo e inspiración para más personas, y ala verde la opinión que no guste pero que ayude a volar hacia otros horizontes.


[1] Nosotros – Revista Cronopios y Divergencias

[2] LA CONSTRUCCIóN DE UNA CONTRAOPINIÓN (tomasabraham.com.ar)

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