Columna La que se deja la barba/ Resignificando: origen y objetivos de La que se deja la barba

Columna La que se deja la barba/ Resignificando: origen y objetivos de La que se deja la barba 1

Soy:

[…] la-que-no-se-calla
la-que-se-deja-la-barba
la-que-no-tiene-ni-un-pelo-de-tonta.

David Reyes

Dudar es una tarea fundamental para el ensayista. Este rasgo nos lo recuerda Héctor Subirats al hablar del filósofo español Fernando Savater. Unas recientes descripciones sobre la columna nos hicieron dudar sobre los objetivos y la percepción de la misma. Tomando en cuenta lo anterior, recordé nuevamente a Subirats al indicar que “Hay quienes se echan una causa por bandera y viven tan tranquilos el resto de sus días”. Señala que tener una respuesta para todo tranquiliza enormemente. Siguiendo su recomendación comenzamos a revisar el carácter de la columna hasta recordar por qué surgió.

Nuestros queridos directores de la revista Cronopios y Divergencias sostuvieron una entrevista en el programa Con esencia jurídica. De forma amena se presentaron los objetivos y alcances del proyecto del cual estamos complacidos en participar. No obstante, a la hora de abordar la temática de esta columna me produjeron algunas reacciones. Leobardo indicó que, en esta columna, la que se deja la barba, se abordan cuestiones de género pues “trata de normalizar un lenguaje inclusivo, masculino femenino. Trata de normalizar el trato hacia los homosexuales que sea respetuoso a través del uso del lenguaje”. Estamos de acuerdo en la búsqueda de un trato respetuoso hacia la diversidad, pero sobre todo en desarrollar la capacidad crítica hacia la realidad de manera no impositiva sino abierta y libre.

Para señalar cuál es el objetivo de la columna me dispongo a realizar un ejercicio de memoria y confesional. Como todo universitario estuve en un bufete de asignaturas de diversos temas entre los cuales se encontraban “Filosofía y género”, “Crítica literaria con perspectiva de género”, “Teoría queer” y “Semiótica”. Es en esta última asignatura fue donde encontré en un artículo a Sayak Valencia, filósofa y poeta tijuanense. Con la información obtenida realicé parte de una exposición sobre el performance y a partir de ahí sus enseñanzas se quedaron marcadas. Siendo yo un sujeto que siempre se ha sentido en la periferia, como muchos otros, las palabras de Valencia marcaron el principio de un camino de cuestionamiento sobre el género y las imposiciones de la heteronormatividad. Valencia, hija de una familia con ideas progresistas y sin dogmas religiosos, nace en 1980 en una zona fronteriza. A los 13 años tenía claro que quería estudiar filosofía y desde muy pequeña germinaba el gusto por el performance. Una anécdota señala que se negaba a peinar el cabello crespo hasta que su madre se lo cortó de rape. Su padre, figura importante que siempre la motivó a realizar preguntas, a dudar y buscar respuestas, le compró una peluca estilo Cleopatra. Desde entonces, junto con varias lecturas sobre filosofía, literatura y poesía, Valencia se encaminó hacia la revisión del concepto de género.

En el 2005 participó en “La Inquietante (e Internacional) Semana de las Mujeres Barbonas” con el performance titulado Hairy Tales consistiendo en pasearse por las calles de Madrid con barba y bigotes con la intención de desenmascarar las normas de género y sexo. Esta práctica está acorde con la idea de liberar al cuerpo de una perspectiva masculina dominante y de crear una nueva semántica que desactive la violencia contra la mujer y de manera general. Sus discursos están dirigidos a criticar tanto al género como al sistema capitalista el cual considera como manipulador y enajenante para la humanidad. Valencia intenta romper la dicotomía de género porque este hace que seamos obedientes, sumisos y autodestructivos. Es preciso recordar que esta concepción es parte del discurso feminista el cual también considera que “lo masculino” y “lo femenino” son construcciones limitantes y que nos sitúan en lugares de frustración y soledad.

Las bases que nutren a Sayak Valencia son el feminismo y la teoría queer. Por una parte, intenta evidenciar y poner en tela de juicio los preceptos sobre la construcción de las identidades sexuales y de género a partir de la teoría queer, línea que tiene como objetivo resignificar y transformar el concepto de lo rechazado, lo raro, lo extraño, aquellos elementos que habitan en la periferia. Por otra parte, de Judith Butler retoma el planeamiento del género como “una actuación”, “un estar actuando”. Al final estas actuaciones se traducen en reiteraciones de conductas que se normalizan y se conforman como lo femenino y lo masculino. ¿Cómo evidenciar estas conductas? Mediante el performance y como ejemplo tenemos a la propia Valencia paseando por Madrid con zapatillas, vestido, cabello largo, bigotes y barba. Las reacciones son múltiples, de desconcierto o sorpresa, pero nunca de indiferencia. Otra forma en la que se ha manifestado es colocando labios rojos en anuncios donde aparecen hombres con bigote. La filósofa considera que es cotidiano ver anuncios de mujeres con bigotes, pero no a la inversa.

A partir de todo esto, sólo quedaba intentar seguir el ejercicio de Sayak mediante una columna que criticara o reflexionara sobre las diferentes formas en que la dicotomía de género nos somete retomando medios de comunicación como películas, caricaturas o notas periodísticas. Sólo quedaba titular la columna por lo cual acudimos al manifiesto de Sayak publicado en 2005 en Internet. El postulado comienza con el mensaje: “This is a hairy tale, not a fairy tale, Are you ready?”.

Soy:
la-que-no-pide-permiso
la-no-doy
la-tampoco-fío
la-que-se-multiplica
la-yo-misma
la-reflexiva-y-sin reveses-
la-que-va-a-donde-sea
la-que-no-se-calla
la-que-se-deja-la-barba
la-que-no-tiene-ni-un-pelo-de-tonta.

La columna ha transitado por varios temas como han sido la violencia simbólica, el matrimonio homosexual, la figura de la bruja, el mal feminismo y el discurso dado por Madonna en el 2017, la figura de la bestia en La bella y la bestia de Disney, la normalización de la violencia, la transexualidad en el remake The Rocky Horror Picture Show, la revolución de género discutida en la revista National Geographic (diciembre, 2016), la cultura de la banalización en manos de Marcelino Perelló el cual consideraba que las mujeres son incapaces de sentir un orgasmo al menos que sean de. También hemos discutidos otros ámbitos como el lenguaje o la literatura, no obstante, la columna intenta una constante reflexión sobre los temas actuales mediante un lenguaje claro y ameno. No quisiera perder la oportunidad de agradecer a los lectores de la revista y de la columna quienes han sido demasiado amables y tolerantes con los temas y las propuestas. Seguimos haciendo la invitación a que se dejen la barba y se pinten los labios para deconstruir y reflexionar sobre el género.

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