Qué insalvables distancias instala la indiferencia -No soy distancia, sino abismo- replica entre sus ecos una oscuridad por este pasillo abierta. El psiquiátrico es tenebroso en las noches. El aullido es la voz de la noche. Su voz es la materialización del miedo.
Amigo N. , alrededor de mí, vestidos con sus trapos largos blancos algo le hacen a mi cuerpo los psiquiatras entre agujas y aparatos. Lentamente ya nada corpóreo siento. Nada importa esto, pues yo en verdad vivo dentro de mi pecho, pues, sé, este cuerpo, solo es un cascarón.
Algún lugar dentro, soy un pájaro. Quizás también de ello se enteraron, y saben, estos, los de blanco, de mi estar por nacer. Tal vez todo esto solo sea una granja, pues no parece un nido y yo ¿Cómo saber si no soy un huevo?
Amigo, celebro y canto: que se irá con este cuerpo de hombre la tristeza.
Amigo ¡canto!
¿Qué es el mundo?
Cada vez entiendo menos.
Estoy configurado.
Cierro los ojos como a veces de hombre
Lo hacía tranquilo tendido al pasto.
Un adentro mío sin voz se oye
como cobijo y refugio de aquello exterior que no entiendo.
¿Por qué pregunto?
¿Yo hago la pregunta?
O
¿Yo soy la pregunta?
No lo sé, cada vez entiendo menos.
Cierro los ojos,
¿Soy un dentro de quietud?
¿hay un dentro mío?
¿Qué, soy yo esa voz?
¿Soy yo?
Pero ¿Y mi cuerpo que cerrando los ojos cartesianamente niego?
Cierro los ojos,
siento esta conciencia
velados los ojos
igual a la quietud de la primera esfera maternal…
Fragilidad mi piel
Dentro soy existencia,
algo sin espacio.
¡Sangre al exterior ¡
Muriendo, al tiempo que es.
Pegada llevas de siempre la muerte a tus instantes…
Y solo tiempo
me parece esta voz transfundida.
Pero… ¿y el lenguaje?
Esto con lo que digo
O ¿Él me dice?
¿Dónde quedo yo en lo dicho?
¿dicho o diciente?
Y si un canto surge en medio de la noche
ha de ser por mi corazón en su impotencia
por mi corazón en su poeta
dolor dolor dolor
patencia de existencia
Humano
¡Encerrado pájaro!
pecho jaula
quiero nacer aunque me muera
pues…
¡qué solo me hallo en este cuerpo!