DE CARTAS DE UN PÁJARO

DE CARTAS DE UN PÁJARO 1

Hoy, media noche en que nieva el mundo, que hasta la luz se congela, pero halla consuelo abrazando el calor del humo en mi candil. ¡Oh! Bilis negra de mi corazón, tiempo en que me escarcha el frío de lágrima este sentimiento inmanentemente por los ojos ¿Qué me canta la suave hiriente neblina abrazada fría a mi gaban, agazapada por mi guedeja y llorando la rizada?

¡Ay! Neblina en el mundo, en mi yo ¿qué le cantas ninfa a mi corazón?  

-“Escribe, y deja que la poesía paseando por tus escarchados ojos haga lo suyo” –

¡Oh! Dolor Y ¡Oh!  Mujer ida, que retiraste de mi jardín la amiga luz.

Aún, como el nadador cansado, en el reposo revivo aquellos días de tormentar mi espíritu.  Cruento dolor lanzando mi costado, un viernes santo de mi corazón que lloró mi alma abandonada. Noche en monte de los olivos, que no hubo compañía, ni oído o dios, ni siquiera abrazo humano atento en consolarla. Y para cuando tres veces hizo lo suyo el gallo, tus horizontes pedros ya me habían negado. Si, y supe la deslealtad y su soledad que se siente. Lo sé de cierto. 

¡Ah! Pero cuántos amaneceres y estaciones organizan la vida del corazón, que, si tal como una fría y mala noche, como un cruento invierno para el olvido, primaveró en mi ánimo un día ¡Grande! ¡De esperanza! en amarillo con su sol de oro, como rayo de luz una verdad a mi alma ¡Había un mundo después de ti!

Resulta que soy un hombre. Pero…más allá, un mucho más allá de su carne, decido ser libre; y por no volver al barro pesado que agobia los pies de mi ser, decido ir a ser un pájaro ¡Y azul seré!  Como ha de ser que lo ha soñado la flor azul que tengo por corazón. Ya volando voy regresando a mí mismo. Volando alairado manando unos versos. 

¿Cuál es – pregunto yo, yo que sólo existo- el sentido de ser este pájaro?

La vida está pasando y la experiencia -quizás la musa- deja una verdad divina cantada en el viento ¡Ay, este momento pájaro en que lo divino abandona a través de mí la nada!

-“La poesía, esa alada, hizo en ti, hablante,  hizo en ti la poesía lo suyo. Ya has dicho. Eres poeta. Ave, escribe, y ahora deja que el poema haga en otros corazones lo suyo. No son tuyos, poeta, tus poemas, pues parte eres, solo del acontecer de su palabra” –

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