La Rondinella
Es 2020, me pierdo en el bonus track de la vida que conocía, Roma tiene un enorme coliseo a base de bloques de travertino, hormigón, madera, ladrillo, piedra (toba), mármol y estuco, data de la dinastía Flavia.
Situada en el extremo del Campo de Marte a la orilla del río Sena, este monumento parisino, símbolo de Francia y de su capital, es la estructura más alta de la ciudad y el monumento que cobra entrada más visitado del mundo, con 7,1 millones de turistas cada año, París tiene una importante torre cuyo material fue fundido en un pueblo minero llamado Zimapán de Zavala, Hidalgo que tanto añoro cada que me siento como hoy.
Lo que digo entonces vive en mi mente perdida en los acordes y ritmo de Kenshi Yonezu y Yohiro Noda mientras bebo ahora unos sobros de Champagne light cha.
Donde ahora solo encuentro muchos edificios del pasado siendo paisaje vivo del presente y del futuro, esto me da esta ciudad bañada de un ignorado entorno aesthetic.
Y así es como sin redobles y sin antes haber estado aquí, tan solo siento como vuelvo a los años 90, mismos que solo viví 8 años siendo una niña justamente a ese sitio llamado frontera, sea lo que esto signifique.
Adivinarán entonces algo que en mí genera lo siguiente, una constante distopía o antiutopía o sea una sociedad ficticia indeseable en sí misma. El término, procedente del griego, fue creado como antónimo directo de utopía, término que a su vez fue acuñado por santo Tomás Moro “Utopía” y figura como el título de su obra más conocida, publicada en 1516, donde describe un modelo para una sociedad ideal con niveles mínimos de crimen, violencia y pobreza.
Pero contrastando un poco con este choque les cuento antes que en español, el término proviene del latín moderno dystopiase y este del griego antiguo δυσ- dys- ‘dis-‘, prefijo de sentido negativo, y utopia ‘utopía’.
De esta manera podemos percatarnos que las sociedades distópicas aparecen en muchos subgéneros de ficción y a menudo se utilizan para llamar la atención sobre la sociedad, el medio ambiente, la política y la economía, religión, psicología, ética, ciencia o tecnología. Algunos autores usan el término para referirse a sociedades existentes, muchas de las cuales son o han sido estados totalitarios o bien sociedades en un estado avanzado de colapso.
La separación de los términos de utopía y distopía sucede entre los siglos XVIII y XX, con uno de los elementos que caracteriza a la distopía: el ataque a los defectos de la sociedad. En 1726, Jonathan Swift escribe una novela en una mezcla utópica de sátira y parodia a la sociedad llamada “Los viajes de Gulliver”, utilizando recursos narrativos de la novela de viajes.
Vaporwave frontier city es el nombre que le daré a este sitio que embelesó mi mente hace ya unos días.
Pero bueno, ¿Qué significa vaporwave?, Hoy esta no será la etimología, tan solo es el nombre que le daré a esta ciudad imaginaria antes de conocerla.
Entonces el vaporwave es una mofa a lo que se pretendió hacer en los 80’s. Es un género consistente y agradable, podría decirse que una forma nueva de disfrutar una canción, especialmente por ralentización de los sonidos o imágenes visuales ya que haciendo esta técnica el oído o la vista pueden procesar mejor lo que escucha, broksonic walkman am-fm stereo en esta era perdida de tiempo a tiempo.
Creo yo que esta ciudad es un sitio que bebe de movimientos culturales como el dadaísmo. Que juega con el tiempo y el espacio, el gusto, la memoria, la nostalgia y la familiaridad.
Donde a pesar de que hay mucha diversidad y ambigüedad en su actitud y mensaje urbano de tierra fronteriza el vaporwave visual puede ser tomado como el reflejo de la sociedad de consumo y a la cultura yuppie (suena chistoso, verdad pero es (acrónimo para young urban professional, en español «Joven Profesional Urbano») remonta todo esto a los inicios de los años 80, mientras estéticamente exhibe una curiosa y nostálgica fascinación por los artefactos y la estética retro, las modas y tendencias de décadas pasadas así como publicidad de las mismas.
Encuentro entre pasado que viví en otro territorio, con otros colores y personas, mi presente y mi mañana literal me hace pensar que siempre seré una rondinella.